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Última iniciativa de IA de Musk es más el espejo de la ideología de un hombre que una enciclopedia

Grokipedia y la era de la megalomanía de la IA.

Última iniciativa de IA de Musk es más el espejo de la ideología de un hombre que una enciclopedia [Fuente de la foto: Wikipedia]

Cuando Elon Musk lanzó Grokipedia, su enciclopedia generada por inteligencia artificial (IA) con la intención de competir con Wikipedia, no se trató simplemente de otro experimento. Fue un caso de estudio de todo lo que puede salir mal cuando el poder tecnológico, el sesgo ideológico y la automatización sin control convergen en las mismas manos. 

Grokipedia copia extensas secciones de Wikipedia casi textualmente, mientras que reescribe y “reinterpreta” otras para reflejar la visión personal de Musk. Podría considerarse la antítesis de lo que hace que Wikipedia sea buena, útil y humana. Las ediciones de Grokipedia editorializan agresivamente temas que van desde el cambio climático y la inmigración hasta —por supuesto— las empresas y la biografía del multimillonario. 

El resultado es menos una enciclopedia que un espejo algorítmico de la ideología de un hombre. Un monumento digital a la autoconfianza tan desmedida que haría sonrojar al mismísimo villano de James Bond. 

De la colaboración a la colonización 

Wikipedia todavía es uno de los logros colectivos más extraordinarios de la humanidad: un repositorio global de conocimiento, impulsado por voluntarios y constantemente perfeccionado mediante el debate y el consenso. Sus imperfecciones son humanas, visibles y corregibles. Se puede ver quién editó qué, cuándo y por qué. 

Grokipedia es su antítesis. Sustituye la deliberación por la automatización, la transparencia por la opacidad y el pluralismo por la personalidad. Sus “editores” son algoritmos entrenados bajo la dirección de Musk, que generan entradas reescritas que enfatizan sus narrativas favoritas y minimizan aquellas que refuta. Es un ejemplo magistral de cómo no crear una enciclopedia, una advertencia contra la confusión entre velocidad y sabiduría. 

En Grokipedia, Musk ha hecho lo que la IA permite con demasiada facilidad: apropiarse del conocimiento colectivo. Ha tomado un esfuerzo humano compartido, abierto, transparente y colaborativo, y lo ha automatizado para convertirlo en algo centralizado, controlado y sin rendición de cuentas. Y lo ha hecho cumpliendo con lo mínimo indispensable que exige la licencia copyleft de Wikipedia, con letra minúscula, en un lugar donde nadie puede verlo. 

La caja negra se encuentra con el megáfono 

Este no es el primer experimento de Musk con la manipulación de la verdad. Su red social, X, modifica habitualmente los algoritmos de visibilidad y priorización para favorecer las narrativas que se alinean con su visión del mundo. Ahora, Grokipedia extiende ese proyecto al ámbito del conocimiento estructurado. Utiliza el lenguaje de la autoridad, como entradas, citas y resúmenes, para dotar a los sesgos de una apariencia de objetividad. 

Este es precisamente el peligro sobre el que advertí en un artículo anterior de Fast Company. El problema de la caja negra. Cuando los sistemas de IA son opacos y centralizados, ya no podemos discernir si un resultado refleja evidencia o intención. Con Grokipedia, Musk ha fusionado ambos conceptos: una caja negra con un megáfono. 

No es que la plataforma esté equivocada en todos los datos. Es que no podemos saber qué datos han sido filtrados, reevaluados o modificados, ni según qué criterios. O peor aún, podemos intuir que todo comienza con una serie de instrucciones que lo editan todo. La línea entre conocimiento y narrativa se desdibuja. 

El problema de la automatización ideológica 

El proyecto Grokipedia pone de manifiesto un problema más profundo en la trayectoria actual de la IA: la industrialización de la ideología. 

La mayoría de la gente se preocupa por la desinformación generada por la IA como una propiedad emergente: algo que ocurre accidentalmente cuando los modelos generan alucinaciones o mezclan datos poco fiables. Grokipedia nos recuerda que la desinformación también puede ser intencional. Puede programarse, seleccionarse y sistematizarse a propósito.

Grokipedia se presenta como “una alternativa objetiva e imparcial a Wikipedia“. Este enfoque es en sí mismo un truco retórico: presentar los prejuicios personales como neutralidad, y la neutralidad como prejuicio. Es la táctica propagandística más antigua, solo que ahora automatizada a escala planetaria. 

Este es el lado oscuro de la eficiencia de la IA generativa. Las mismas herramientas que pueden resumir artículos científicos o traducir textos antiguos también pueden reescribir la historia, ajustar el énfasis y pulir la ideología hasta que parezca equilibrada. El peligro no reside en que Grokipedia mienta, sino en que mienta con tanta fluidez. 

Musk, el villano de Bond del conocimiento 

Existe una razón por la que los proyectos de Musk evocan comparaciones con la ficción: la imagen que ha cultivado, la del disruptor, el visionario, el autoproclamado defensor de la verdad, ha evolucionado hasta convertirse en algo más cercano a la megalomanía de un villano de James Bond. 

En las películas, el villano siempre busca controlar la energía, las comunicaciones o la información del mundo. Musk ahora incursiona en los tres ámbitos. Construye cohetes, satélites, redes sociales y modelos de IA. Cada nuevo proyecto amplía su control sobre una capa de la infraestructura global. Grokipedia es solo la última incorporación: la capa narrativa.

Si controlas la historia, controlas cómo la gente interpreta la realidad. 

Lo que la IA nunca debería ser 

Grokipedia es un ejemplo negativo perfecto de lo que la IA nunca debería convertirse: una máquina para amplificar las convicciones de una persona bajo la apariencia de una verdad colectiva. 

Resulta tentador descartar el proyecto como excéntrico o poco serio. Pero sería un error. Grokipedia cristaliza una tendencia que ya se extiende por el panorama de la IA: muchos sistemas emergentes de IA, ya sean de OpenAI, Meta o Anthropic, son propietarios, opacos y se gestionan de forma centralizada. La diferencia radica en que Musk ha explicitado sus sesgos, mientras que otros los mantienen ocultos tras una estrategia de relaciones públicas corporativa. 

Al apropiarse de un bien público como Wikipedia, Grokipedia muestra lo que sucede cuando la gobernanza y la ética de la IA están ausentes: los recursos intelectuales creados para todos pueden ser recolonizados por cualquiera lo suficientemente poderoso como para extraerlos, reempaquetarlos y automatizarlos. 

El contraste de Wikipedia 

El éxito de Wikipedia radica en algo de lo que la IA aún carece: la rendición de cuentas mediante la transparencia. Cualquiera puede consultar el historial de ediciones de una página, debatir sobre ella y restablecer el equilibrio mediante el consenso. Es un proceso complejo, pero democrático. 

Los sistemas de IA, en cambio, son autocráticos. Codifican las decisiones de sus creadores, pero presentan sus respuestas como verdades universales. Grokipedia lleva esta opacidad a su máxima expresión: una única versión incuestionable del conocimiento, generada por una máquina que no rinde cuentas. 

Es un recordatorio aleccionador de que el problema de la IA no es que sea demasiado creativa o demasiado poderosa, sino que es demasiado fácil usar el poder sin supervisión. 

Lecciones para la era de la IA 

Grokipedia debería impulsar una reflexión profunda dentro de la comunidad de IA y más allá. La lección no es prohibir la IA en la producción de conocimiento, sino que debe regirse como conocimiento, no como software

Eso significa: 

  • Transparencia: sobre las fuentes de datos y los procesos editoriales. 
  • Pluralismo: permitir múltiples voces y perspectivas en lugar del control centralizado. 
  • Rendición de cuentas: donde los resultados pueden ser auditados, cuestionados y corregidos. 
  • Y, sobre todo, humildad: el reconocimiento de que ninguna persona, por brillante que sea, tiene derecho a definir qué se considera verdad. 

La IA tiene el potencial de ampliar la comprensión humana. Pero cuando se convierte en una herramienta de proyección ideológica, erosiona la propia idea de conocimiento. 

La moraleja de la historia

En definitiva, Grokipedia no reemplazará a Wikipedia: se erigirá como un artefacto aleccionador de los inicios de la era de la IA, el momento en que un individuo confundió la capacidad computacional con la autoridad moral. 

Elon Musk ha creado muchas cosas notables. Pero con Grokipedia, ha cruzado la línea de la parodia distópica: la encarnación digital del villano de James Bond que, tras conquistar el espacio y las redes sociales, ahora pretende reescribir la propia enciclopedia. 

El verdadero peligro de la IA no reside en la caja negra, sino en la persona que la posee y decide qué información podemos leer los demás.

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