Las lecciones financieras ocultas en ‘Beetlejuice’

Durante casi 40 años, el bio-exorcista Beetlejuice ha mantenido su posición como el “fantasma con más onda”. Su película homónima de 1988 dio origen a una serie de dibujos animados, un musical y ahora una secuela de gran éxito muy esperada. La película original ofrece rarezas encantadoras, humor muy negro, una banda sonora increíble y actuaciones memorables, lo que ayuda a explicar su popularidad permanente.

Pero Beetlejuice es más que simplemente diversión terrorífica. También ofrece varias lecciones financieras importantes, si estás dispuesto a leer entre líneas.

LECCIÓN DE BEETLEJUICE: LEE EL MANUAL

Adam y Barbara Maitland, la pareja de buen corazón protagonistas en la película, se sorprenden al darse cuenta de que han muerto después de un accidente automovilístico. Están completamente desprevenidos para la vida después de la muerte, especialmente cuando su amada casa es vendida a la familia Deetz y renovada hasta convertirla en una vitrina hipermoderna irreconocible.

La historia sigue los torpes esfuerzos de los Maitland para ahuyentar a los Deetz, culminando en la contratación de Beetlejuice.

Aunque el público tiene mucha simpatía por Adam y Barbara, la burocracia del más allá no tiene paciencia con ellos. Eso es porque los Maitland, como todos los recién llegados, recibieron una copia del Manual para los Recién Fallecidos.

El manual puede “leerse como instrucciones de estéreo”, pero proporciona a los Maitland toda la información que necesitan para navegar su nueva existencia. Pero Adam y Barbara renuncian a leer el manual. Son los únicos fantasmas que vemos que no lo llevan a todas partes.

Aplicación en el mundo real: siempre lee el contrato

Aunque el Manual para los Recién Fallecidos no es exactamente un contrato (los Maitland no tuvieron opción sobre entrar al más allá), su papel en Beetlejuice muestra lo importante es entender los términos y condiciones de cualquier acuerdo. Porque decir: “No sabía a lo que estaba aceptando”, no anula los términos y condiciones.

Solo es necesario ver la compra de Twitter por Elon Musk en 2022, ahora renombrada como X. En abril de 2022, Musk hizo la oferta no solicitada de comprar Twitter por 44,000 millones de dólares, que la junta de la compañía de redes sociales aceptó, entrando en un acuerdo de fusión con el multimillonario. Pero Musk se arrepintió después de firmar el acuerdo e intentó terminar el acuerdo unos meses después, lo que llevó a Twitter a demandarlo para hacer cumplir el acuerdo.

Así como la confusión de Adam y Barbara sobre el más allá no cambió las expectativas de la burocracia hacia ellos, las dudas de Musk sobre la compra no afectaron la naturaleza vinculante del acuerdo que había firmado.

LECCIÓN DE BEETLEJUICE: CONSIDERA FUENTE

A pesar del encanto de la actuación de Michael Keaton como Beetlejuice, la película deja claro que este tipo grosero y crudo no es más que un estafador.

Los Maitland inicialmente caen en sus trampas, en parte porque están desesperados por ayuda para sacar a los Deetz de su casa. Incluso después de que su trabajadora social del más allá, Juno, les advierte que se alejen de Beetlejuice, Adam y Barbara están dispuestos a probar sus servicios basados en sus anuncios de mal gusto.

Beetlejuice está aprovechándose de su desesperación y su ingenuidad, lo cual también es un problema común en el mundo de los vivos.

Aplicación en el mundo real: aléjate de una venta agresiva

Lydia, la hija adolescente de los Deetz, ofrece una lección magistral en reconocer una fuente sesgada. Después de hacerse amiga de los Maitland, sube al ático buscándolos y encuentra a Beetlejuice. Él se ofrece a ayudarla a encontrar a la pareja de fantasmas si ella lo ayuda primero, diciendo su nombre tres veces. No revela qué sucederá si dice su nombre tres veces, pero su actitud se vuelve más insistente después de cada una de las dos veces que lo dice Beetlejuice. Su insistencia hace que Lydia sea escéptica de sus motivos, incluso aunque él se ofreció a ayudarla.

Sentirse presionado por alguien que se ha ofrecido a ayudarte siempre debería ser una señal de alerta, tal como lo fue para Lydia. Ese tipo de presión es el sello distintivo de una venta agresiva, que solo termina cuando te alejas.

LECCIÓN DE BEETLEJUICE: IGNORA LAS REGLAS QUE NO FUNCIONAN PARA TI

El final feliz en Beetlejuice es el resultado de que Barbara Maitland se niega a aceptar la definición del más allá de una cacería exitosa. Juno y el resto de los funcionarios civiles del más allá dejan claro que la única opción de los Maitland es asustar a los Deetz para que se vayan.

Pero Barbara ha llegado a preocuparse por Lydia, y quiere encontrar una manera de compartir la casa con la familia viviente, a pesar de que no hay un manual para tal existencia. Y cuando los Maitland y los Deetz trabajan juntos para deshacerse de Beetlejuice, logran poner en marcha su plan rebelde.

Aplicación en el mundo real: no aceptes el pensamiento de suma cero

Al igual que los Maitland, a menudo nos dicen que la única manera de ganar es que alguien más pierda. Lo vemos en todo, desde la retórica política hasta las negociaciones financieras, y este tipo de enfoque hace que sea mucho más difícil imaginar escenarios en los que todos ganen.

Cuando te presenten situaciones de suma cero, pregunta por qué tiene que ser ganar o perder. A Barbara no se le ocurrió hacer esa pregunta hasta que se dio cuenta de que quería quedarse en la casa con Lydia, pero su afecto por la niña le permitió cuestionar el marco del más allá que le habían dado. Cuando rechazamos el pensamiento de suma cero, liberamos nuestra imaginación para idear soluciones inesperadas, como montar un gusano de arena.

LA CULTURA POP ESTÁ LLENA DE SORPRESAS

Una película sobre fantasmas luchando por la posesión de su casa puede no parecer el lugar más obvio para aprender sobre finanzas, pero las lecciones culturales siempre están incrustadas en el entretenimiento. Ver las travesuras de Beetlejuice no solo es entretenido. También te enseña la importancia de leer contratos, evitar ventas agresivas y rechazar el pensamiento de suma cero.

No está mal para un tipo que vivió durante la Peste Negra y la pasó bastante bien durante esa época.